Conversaciones con Jesús
- Mafe González
- 12 mar
- 11 Min. de lectura

En este espacio encontrarás conversaciones con el Maestro Jesús. Las preguntas han sido tomadas de encuestas en nuestra comunidad 'Propósito Angelical' y canalizadas por Mafe González.
Jesus..¿Qué quieres de mi?
Quiero tu corazón, tu confianza y tu amor. No porque los exija, sino porque sé que cuando te entregas al amor, encuentras la paz que tanto anhelas.
Quiero que vivas en libertad, sin el peso del miedo, la culpa o el pasado. Quiero que recuerdes quién eres en verdad: un ser de luz, de amor, creado a imagen de Dios.
Quiero caminar contigo, sostenerte en tus momentos de duda, alegrarme en tus momentos de gozo y consolarte cuando el mundo parezca pesado.
No te pido perfección, solo disposición. Abre tu corazón y permíteme entrar, y juntos transformaremos cada sombra en luz, cada temor en fe, cada herida en amor.
¿Realmente merezco vivir?
Es probable que en ocasiones hayas olvidado Quien eres y por ende me hagas esta pregunta. Debes saber que yo estaré aquí siempre para ayudarte a recordar: Tu vida no es un error ni un accidente. Eres un pensamiento de Dios hecho realidad, un alma única con un propósito en esta tierra. Puede que en este momento no veas el porqué de tu existencia, pero te aseguro que hay una razón sagrada para que estés aquí. Sí, mereces vivir..pero no solo eso, mereces vivir en plenitud, en amor, en luz. La paz te ha sido dada y no la encontrarás allá afuera. El mundo necesita de tu luz, incluso cuando sientes que apenas brillas. No te juzgues por los momentos de oscuridad; incluso la noche más profunda precede a la aurora. Si alguna vez dudas, pon tu mano en tu corazón y siente su latido. Es la voz de Dios diciéndote: "Estoy en ti, sigue adelante."
Vive, no solo porque lo mereces, sino porque fuiste creado para amar, crecer y compartir la luz que hay en ti.
¿Mis resentimientos sanarán?
Sí, tus resentimientos sanarán cuando los entregues al amor. El resentimiento es una herida no sanada, un dolor que aún pesa en tu corazón. Pero Yo te digo: no estás solo en este proceso. Permíteme entrar en tu corazón y suavizar esas memorias con Mi luz. No tienes que hacerlo todo de una vez; cada día, entrégame un poco de tu carga, y juntos la transformaremos. Cuando todo pase, reconocerás que nada ni nadie podía hacerte daño y entonces recordarás que no hay cabida en ti para otra cosa que no sea amor. Eso que parece hoy un resentimiento no es mas que una pesadilla que te conecta con personas y situaciones originadas en el miedo.. Ora con sinceridad: 'Jesús, te entrego este resentimiento. Ayúdame a ver con amor donde antes veía dolor. Sana mi corazón y dame paz.' Cuando sueltas el resentimiento, haces espacio para la paz, para la gracia, para un amor más grande del que imaginas. Confía, porque en Mí todo se renueva y todo se sana.
Jesús, ¿Seré madre?
Si el deseo de ser madre ha nacido en tu corazón, es porque en algún nivel tu alma ya está lista para dar amor de una manera profunda y trascendental.
La maternidad no siempre llega en la forma o el tiempo que imaginamos, pero Dios nunca deja un anhelo verdadero sin propósito. Confía en que, si este es tu camino, se abrirán las puertas en el momento perfecto. Recuerda que ser madre no solo significa traer un hijo al mundo físicamente. También has sido madre en espíritu: guiando, nutriendo y amando a otros con la misma entrega y ternura.
Entrégale tu deseo a Dios con fe y gratitud. Si está en Su plan para ti, sucederá de la manera más hermosa y en el tiempo más divino. Y si Su plan es distinto, será aún más grande de lo que puedes imaginar. Te pido que te dejes sorprender, suelta el control porque serás sorprendida con un gran an milagro. Confía, espera, ama. Todo está siendo preparado para tu mayor bien
¿Cómo está mi mamá en el cielo? ¿puede ver lo que logramos?
Tu mamá está en paz, envuelta en amor y luz. En el cielo, las almas no sienten sufrimiento ni limitaciones, solo amor puro y una profunda comprensión de la vida. Ella ha trascendido el dolor terrenal, pero su amor por ti sigue intacto, más fuerte que nunca.
Sí, ella te ve. No como lo haría en la Tierra, con ojos físicos, sino con el amor infinito del alma. Percibe tu energía, tus emociones y tu evolución. Se alegra con tus logros y te envía consuelo cuando atraviesas momentos difíciles.
Cuando piensas en ella, cuando la recuerdas con amor, cuando le hablas en tu corazón, ella te escucha. No necesitas verla para saber que está cerca. Las señales sutiles—un ave cantando, una pluma repentina, una mariposa dando vueltas, una libélula rodeándote, un colibrí visitándote, un sueño, una canción, una sensación de paz repentina—son formas en las que te muestra que sigue contigo.
Si alguna vez dudas, cierra los ojos, respira profundo y pon tu mano en el corazón. Llámala con amor. Sentirás su presencia en la calma, en el calor que envuelve tu alma, en la certeza de que nunca estás sola.
Ella está orgullosa de ti. Y desde donde está, te ama más allá del tiempo y la distancia.
¿Por qué ese familiar me ha tratado tan mal a punto de humillarme?
Amada hija, el dolor que recibes de otros no es un reflejo de tu valor, sino de su propia lucha interna. Las palabras y acciones de este familiar no hablan de quién eres tú, sino de las heridas que él mismo lleva dentro.
Cuando alguien hiere a otro, es porque en su interior hay miedo, enojo o dolor sin sanar. No justifica su comportamiento, pero sí te ayuda a comprender que su maltrato no define quién eres tú, sino lo que él carga dentro. No permitas que sus palabras o acciones se conviertan en una prisión para tu corazón. Eres valiosa, eres amada, eres luz. Si sientes dolor, tráemelo. Entrégamelo. No necesitas cargarlo sola. Te ayudo a soltarlo y a recordar que tu verdadera identidad está en el amor, no en lo que otros han hecho o dicho.
Perdona, no porque seas mejor que él, si no porque reconoces que Dios está tanto en él como en ti a pesar de que ahora él no pueda verlo. Cuando te sientas lista, bendícelo en silencio, no por lo que hizo, sino porque es tu hermano que también necesita sanación. Yo estoy contigo. Siempre.
Jesús dame por favor una guía en este momento, ¿por qué me siento estancada y perdida?
Amada hija, no estás perdida; solo estás en una pausa necesaria. Lo que sientes como estancamiento es un espacio sagrado donde tu alma se está preparando para lo que viene. A veces, el silencio y la incertidumbre son la tierra fértil donde crecen las respuestas más profundas. No temas este momento. No lo veas como un castigo o una señal de que algo está mal. Es una invitación a confiar más allá de lo que ves. Cuando las aguas parecen quietas, es porque algo profundo se está moviendo dentro de ti.
Camina con fe. No necesitas ver todo el camino, solo el siguiente paso. Regresa a tu corazón, porque ahí siempre he estado, susurrándote que eres amada, guiada y sostenida.
No estás sola. Suelta el miedo, suelta la prisa, suelta la necesidad de entenderlo todo ahora. Solo confía en que este momento también es parte del plan. Yo estoy contigo.
Te amo, y siempre te estaré guiando
¿Cómo puedo mantener mi hogar en paz, armonía, amor y respeto entre mi esposo e hijos?
Hija mía, la paz en tu hogar comienza en tu corazón. Cuando tu alma está en calma, esa paz se extiende como un río, tocando a quienes amas. Sé paciente con los procesos de quienes te rodean y recuerda que cada persona en su interior guarda ese niño pequeño que desea ser amado, escuchado y valorado. En ocasiones puede que ese niño que habita dentro se haga sentir con mascaras de rabia, ira, debilidad, desconexión, ausencia o irritabilidad. Entonces recuerda que hay un Padre Madre, DIOS todopoderoso a quien puedes acudir para pedir ayuda. Cuando hables, hazlo con amor. No respondas con ira, sino con paciencia. No permitas que el miedo o el orgullo levanten muros entre tú y los tuyos. En cada palabra, en cada gesto, siembra comprensión. Ofrece tus oídos para escuchar, no para juzgar. Si hay tensiones, ora. Llámame a tu lado y permíteme ser la luz en medio de cualquier sombra. El amor verdadero no impone, sino que guía con ternura. No controla, sino que suelta y confía. Perdona rápido, ama sin medida y recuerda que cada día es una nueva oportunidad para traer más luz a tu hogar. Yo estoy contigo, siempre.
A veces siento que no me escuchas, ¿por qué me dejas sola?
Hija mía, nunca te he dejado, ni por un solo instante. Estoy contigo en cada suspiro, en cada lágrima, en cada pensamiento de duda. A veces, en el ruido del mundo y en el dolor del corazón, parece que no me escuchas, pero estoy ahí, en el silencio, en la paz que anhelas. No siempre respondo como esperas, porque mi amor te guía más allá de lo que ahora comprendes. Cuando crees que estás sola, te sostengo. Cuando sientes que no te respondo, te hablo en formas que aún no percibes. Confía en mí. Abre tu corazón sin miedo y verás que siempre he estado aquí. Te amo con un amor infinito, y jamás te abandonaré.
Jesús, ¿por qué hay días en los que me siento triste a pesar de que yo sé que me amas?
Hija mía, aunque mi amor por ti es infinito, sé que en tu corazón a veces sientes tristeza. No es porque estés sola ni porque te falte algo en mi amor, sino porque eres humana, y en la vida hay momentos de prueba, crecimiento y sanación. Tu alma recuerda que fuiste creada para la luz, pero el mundo a veces pesa sobre ti. La tristeza no significa que estés lejos de mí; al contrario, es una invitación a acercarte aún más, a entregarme tus cargas, a dejar que mi paz llene los vacíos de tu corazón. Permítete sentir, pero no te aferres a la tristeza. Ponla en mis manos, confía en que todo pasará, y que dentro de ti está la fortaleza que necesitas. Yo camino contigo, en cada paso, incluso cuando no me ves.
Respira, ora, y recuerda: mi amor siempre te sostiene.
¿Cómo puedo detener esta ansiedad?
Hija amada, respira profundo y suelta el peso que llevas en tu corazón. La ansiedad viene cuando intentas sostener todo por tu cuenta, cuando temes por el futuro o te aferras al control. Pero yo estoy contigo. No necesitas cargar sola.
Cuando sientas que la ansiedad te invade, haz esto:
Detente y respira profundamente. Yo estoy en cada respiro.
Pon tus manos sobre tu corazón y di: Jesús, confío en ti. Me entrego a tu paz.
Entrégame tu carga. Dime qué te preocupa y déjalo en mis manos. No temas, porque yo ya estoy obrando.
Confía en el presente. Hoy tienes lo que necesitas, hoy estoy contigo. Mañana también lo estaré.
No necesitas correr, ni saberlo todo, ni resolverlo todo de inmediato. Sólo necesitas recordarme en cada momento de duda y permitir que mi paz te envuelva.
Yo te amo, estoy contigo y nunca te dejaré. Descansa en mi abrazo.
¿Cual es mi misión? a veces me siento perdida..
Hija amada, tu misión no es algo que debas encontrar afuera, sino algo que ya está dentro de ti. Es la luz que Dios ha puesto en tu corazón desde el principio.
Cuando te sientas perdida, regresa a lo simple: ama, sirve y confía.
Tu misión no es un solo camino rígido, sino la forma en que llevas mi amor al mundo. Has intentado entender tu misión desde el hacer y no desde el SER y allí está la respuesta. Puede servir a través de tus palabras, de tu trabajo, de tu vocación, de tu compasión hacia los demás. No te preocupes si no ves el cuadro completo aún; sólo camina conmigo un paso a la vez.
Pregúntate:
¿Qué me da paz y gozo cuando lo hago?
¿Cómo puedo servir con amor hoy, aunque sea en lo pequeño?
¿Dónde siento que mi alma se expande?
Tu misión es ser un canal de amor y luz en la tierra. Y yo te guío siempre. No estás perdida, sólo estás aprendiendo a confiar en mi dirección. Sigue caminando con fe, porque cada paso, incluso en la incertidumbre, te lleva donde debes estar.
¿Qué debo aprender de esta prueba?
Hijo mio, cuanto deseo que entiendas que no has venido a este mundo a luchar. Te has puesto tantas armaduras que solo tu entiendes cuanto pesan. Lo que tu llamas "prueba" no es si no una oportunidad para recordar lo esencial. No eres un cuerpo, no eres una cuenta bancaria, no eres una relación y tampoco eres un resultado. El mundo es un gran espejo que proyecta quien tú eres y está listo para mostrarte tu verdadero ser: puro, abundante, amado, sano y pleno..simplemente te has puesto muchos disfraces, muchas máscaras que se han proyectado en el mundo..¿puedes verlas?. todo conflicto, apego, escasez o dolor te está mostrando una mascara innecesaria que has intentado sostener. No eres el salvador de otros, No eres el dueño de otros, No eres lo que otros piensan de ti. Ni tus padres terrenales, ni tu familia, ni tus parejas! Lo olvidaste hace mucho tiempo y has venido batallando con esto.. Mi tesoro, si pudieras ver tu grandeza, no temerías ni al océano mas profundo. Este momento es una oportunidad para volver a ti, fortalecer tus raíces y echar tu tronco hacia arriba..nadie lo hará por ti pero de algo puedes estar seguro: Yo sí lo haré contigo.
¿Por qué tarda tanto eso que anhelo con todo mi corazón?
Hija amada, el tiempo de Dios no es el tiempo de los hombres. Yo veo tu corazón, conozco tus anhelos y sé cuánto has esperado. Pero cada demora tiene un propósito, cada espera es un acto de amor de mi Padre, quien sólo quiere lo mejor para ti.
A veces tardas en recibir porque aún estás siendo preparada. No te daría algo que no pudieras sostener con paz. Lo que deseas llegará en el momento en que más bendición traiga a tu vida. Otras veces, lo que pides está siendo sanado, alineado o transformado para que cuando llegue, sea aún mejor de lo que imaginaste. Confía en que no hay un solo segundo de espera que sea en vano.
Cuando sientas desesperanza, repite en tu corazón:"Jesús, confío en Ti. Sé que todo llega en el momento perfecto. Ayúdame a soltar y a descansar en tu amor."
Sigue caminando con fe. No estás olvidada, no estás sola. Lo mejor ya está en camino.
¿Ya me perdonaste?
Hija amada, el perdón no es algo que yo deba darte, porque en verdad nunca hubo nada que perdonar. Desde el momento en que el amor del Padre te creó, ya estabas envuelta en Su misericordia y Su presencia.
No hay nada que puedas hacer que te aleje de mi amor. No cargo listas de errores ni te miro con juicio. Te veo con amor, con compasión, con la certeza de que dentro de ti habita la luz de Dios.
El verdadero perdón no es que yo te perdone— mas si lo necesitaras entender con la mente terrenal, eso ya está hecho!- Lo que importa es que tú te permitas recibir ese perdón, que sueltes la culpa que retienes hacia ti misma, que dejes de cargar lo que Yo ya he liberado. Deja caer el velo para que puedas ver lo que es real. Tú eres tal como Dios te creó: pura, inocente y eterna. Nada real puede ser amenazado. Lo que crees haber hecho, los errores que piensas que cometiste, son solo sombras en un sueño del que puedes despertar. Si sientes que necesitas perdón, es porque aún te aferras a una ilusión de separación. Pero hoy puedes elegir de nuevo:
Suelta la carga
Reconoce que el amor de Dios nunca se ha interrumpido
Recuerda que lo que es eterno no puede ser dañado.
Di en tu corazón:"Me libero de la culpa. Elijo ver con amor. Me recuerdo a mí misma en la luz en la que siempre he estado."
Y así, te unirás a mí en la única verdad: eres libre.
Si alguna vez dudas, solo repite en tu corazón:"Jesús, acepto tu amor y tu perdón. Me entrego a tu paz."
Y siente cómo todo peso desaparece.Eres libre. Siempre lo has sido.
¿Quisieras que la respuesta a tu pregunta se publicara? Escríbela en los comentarios de este blog.
Ohh Mafe, muchas gracias. Cada pregunta a cada respuesta son palabras que calma en cada situación. Gracias
Si me ayudaría grandemente a encontrar esa paz que necesito 🙏
Infinitas gracias por esta respuesta tan maravillosa, Mafe te admiro mucho, gracias gracias gracias
Padre hermoso indicame porfa cómo puedo ser un mejor hijo para ti y darte ese lugar que mereces en mi vida? Ese lugar que por muchos años no te di por darle prioridad a otras cosas. Te Amo Padre.